¿La diabetes tipo 1 de Layla ha tenido un efecto económico sobre la familia?
Estoy muy agradecida por contar con un seguro médico y no veo cómo las personas con diabetes pueden vivir sin él. Incluso con un seguro, las herramientas que necesitamos para mantener viva a Layla siguen siendo muy caras. Es muy frustrante ver el alto precio de la insulina, algo de lo que mi hija no puede prescindir. También usamos una bomba de insulina y un monitor continuo de glucosa. Ambos dispositivos son caros debido al coste inicial, seguido de los gastos mensuales. Igualmente frustrante es la cantidad de cosas que tenemos que comprar que el seguro no cubre… almohadillas de alcohol, tabletas de azúcar, cajas de zumo, tiras reactivas para análisis de cetonas, etc. Afortunadamente somos una familia que controlamos nuestro presupuesto y reservamos fondos de emergencia, y esto nos ayuda muchísimo.
¿Cuáles han sido algunos de los aspectos positivos para usted y su familia?
Mi objetivo ha sido educar y promover en nombre de Layla con la esperanza de saber que su voz se pueda escuchar. Cuidar de una niña con diabetes tipo 1 es muy difícil física y mentalmente y compartir nuestra historia es muy terapéutico para mí. Me encanta educar a otros compartiendo nuestra historia, ¡y hemos conocido a personas increíbles en el camino! No quiero que Layla sienta que necesita ocultar su afección, y quiero que siempre sepa que tiene muchas personas que la quieren. Ella disfruta de verdad al saber que tiene un sistema de apoyo increíble y que ha cambiado el concepto de la gente sobre la diabetes.
¿Puedes hablar sobre la escuela de Layla y las subidas y bajadas de glucemia?
La escuela es difícil para cualquier niño, y aún más para un niño con diabetes tipo 1. Sentimos que Layla se merecía la mejor educación que le pudiésemos dar, así que elegimos educarla en casa. Enviarla a la escuela nos hacía sentir muy incómodos, especialmente porque Layla no siempre siente síntomas cuando tiene un episodio de hipoglucemia o una “bajada». Su diabetes requiere atención las 24 horas y no nos sentíamos cómodos entregándola a otros cuidadores hasta que ella no sepa cuidar de sí misma de forma adecuada. Ningún niño de siete años debería tener que asumir esa responsabilidad. Queremos que sea una niña todo el tiempo que pueda.
La educación en casa nos permite la flexibilidad de educar a Layla cuando está en su mejor momento o descansar según sea necesario. Si ha pasado una mala noche, con subidas o bajadas, obviamente no está en plena capacidad de aprender en la medida completa de sus posibilidades. Además, si sufre una bajada durante las clases, podemos tomar un descanso sin que por ello pierda ninguna lección.
¿Qué crees que se debería mejorar para los niños que viven con diabetes tipo 1?
¡La educación es la mitad de la batalla! Es necesario que haya más información disponible sobre diabetes. El número de niños diagnosticados con diabetes tipo 1 está aumentando a un ritmo alarmante, lo que ha generado muchos diagnósticos equivocados. Todo pediatra debe conocer los signos y síntomas y debe tomarlos muy en serio. Demasiados niños son diagnosticados erróneamente (Layla fue diagnosticada erróneamente 3 veces).
¿Qué es lo que Layla considera más difícil en relación a su diabetes?
Lo más difícil para mí son los cambios del punto de infusión (bomba de insulina), no poder comer cuando tengo una subida (hiperglucemia) y tener que parar toda actividad/juego cuando tengo una bajada (hipoglucemia).
¿Qué es lo mejor de la diabetes para Layla?
¡Comer golosinas cuando tengo una bajada!
¡Gracias Amie y Layla por compartir vuestra historia!
La Federación Internacional de Diabetes y Lions Club International recientemente firmaron un Memorándum de Entendimiento (MOU, en sus siglas en inglés) para establecer una alianza cooperativa en la lucha global contra la diabetes.