Dos estudios publicados informan de la presencia de disfunción sexual femenina (DSF) en mujeres con diabetes tipo 1 (DT1). Cada uno de los estudios reveló que la DSF es más común en mujeres con DT1 que en mujeres sanas sin diabetes. Uno de los estudios encontró un fuerte vínculo entre la enfermedad autoinmune tiroidea coexistente que puede exacerbar la DSF en mujeres con DT1.
Si bien la disfunción eréctil inducida por la diabetes se registra y está bien definida en varones con diabetes tipo 1 y tipo 2, sabemos menos sobre la disfunción sexual en mujeres con diabetes.
En el primer y principal estudio, realizado en Polonia y publicado online en mayo, participaron 230 mujeres, 70 sanas y 160 con DT1. Todas los participantes completaron voluntariamente un cuestionario anónimo. Los resultados con respecto a la función sexual se obtuvieron utilizando un índice de función sexual femenina (FSFI).
Del total, 180 declararon ser sexualmente activas, y fue sobre ellas que se realizó un análisis estadístico. Las mujeres con DT1 (118), en comparación con las mujeres sanas (62), eran mayores y tenían un mayor IMC, peso y número de paquetes-años fumando tabaco. Los investigadores detectaron que la DSF es más común en mujeres con DT1: presentaron resultados más bajos en el IFSF independientemente de su edad, la duración de su DT1, su peso corporal y la presencia de angiopatía.
En estudio, realizado en la República Checa y publicado este mismo mes, 40 mujeres completaron la FSFI, la escala revisada de malestar sexual femenino (FSDS-R) y el inventario de depresión de Beck-II (BDI-II).
La edad media de las mujeres era de 32 años. La duración de la DT1 variaba de 1 a 32 años; los valores de HbA1c oscilaron entre 5,5-12,4%. Se utilizaron muestras de sangre para análisis metabólico y endocrino. Se midieron los detalles de los participantes (información personal, datos relacionados con la diabetes y antecedentes sexuales), el rendimiento sexual y los niveles de depresión.
Los investigadores encontraron que la DSF estaba presente en el 58% de las mujeres, y el 38% declaró un malestar sexual significativo. Se encontró una fuerte asociación entre los niveles de depresión y DSF, aunque solo cuatro mujeres cumplieron con los criterios de depresión. Los niveles de depresión también se correlacionaron con una mayor HbA1c. Una vez más, ni la edad ni las complicaciones microvasculares iban asociados a la DSF. Lo que se detectó fue un fuerte vínculo entre hipotiroidismo y DSF, incluso cuando la afección había sido tratada con éxito. El hipotiroidismo parecía exacerbar la DSF.
Los hallazgos adicionales incluyeron respuestas de mujeres que usan la terapia con bomba de insulina (n = 25). Tres mujeres manifestaron que nunca se quitaban la bomba de insulina durante las relaciones sexuales y 22 de las 25 usuarias de la bomba consideraron que el dispositivo es intrusivo y perjudicial durante las relaciones sexuales, especialmente con respecto a su pareja.
Solo 8 mujeres (20%) manifestaron haber tenido oportunidad de hablar sobre su vida sexual y los problemas asociados con su diabetólogo.
Si bien algunas investigaciones han sugerido que la depresión es un factor de riesgo importante para la DSF en mujeres con diabetes, se necesitan más estudios. Ambos estudios detectaron que las mujeres con TD1 tienen índices mucho más altos de disfunción sexual que las mujeres sanas de la misma edad.
Ambos estudios concluyeron que las mujeres tratadas por diabetes tipo 1 deberían ser examinadas activamente para detectar la DSF por parte de sus diabetólogos y equipos de atención médica, quienes deberían prestar más atención a este aspecto de la salud y la calidad de vida.