De una manera u otra, la diabetes afecta a todas las familias de todo el mundo.
- De los 425 millones de personas que viven con diabetes, la mayoría de los casos son diabetes tipo 2, la cual en gran medida se puede prevenir mediante actividad física regular, una dieta sana y equilibrada y la promoción de entornos de vida saludables. Las familias desempeñan un papel clave para atender a los factores de riesgo modificables de la diabetes tipo 2 y deben contar con educación, recursos y entornos para llevar un estilo de vida saludable.
- Menos de 1 de cada 4 familiares tienen acceso a programas de educación diabética. Se ha demostrado que el apoyo familiar en todos los tipos de tratamiento contra la diabetes tiene un efecto sustancial en la mejora de los resultados médicos de las personas con diabetes. Por lo tanto, es importante que todas las personas con diabetes y sus familias tengan acceso a educación y apoyo continuos en materia de autocontrol diabético para reducir el impacto emocional de la enfermedad que puede dar lugar a una calidad de vida negativa.
La mayor parte del control diabético tiene lugar en el hogar
El control de todos los tipos de diabetes es un trabajo duro y requiere compromiso, disciplina y diligencia. La autogestión de la diabetes es compleja. Las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 deben asistir a múltiples visitas al médico por año, observar diferentes tipos de medicación, participar en muchos aspectos del autocuidado, incluyendo la monitorización de la glucosa en el hogar, la alimentación saludable y el ejercicio y negociar los obstáculos que dificultan el control, commo el coste de la atención y la conciliación con los compromisos de la vida laboral.
El control de todos los tipos de diabetes es un trabajo duro y requiere compromiso, disciplina y diligencia. La autogestión de la diabetes es compleja. Las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 deben asistir a múltiples visitas al médico por año, observar diferentes tipos de medicación, participar en muchos aspectos del autocuidado, incluyendo la monitorización de la glucosa en el hogar, la alimentación saludable y el ejercicio y negociar los obstáculos que dificultan el control, commo el coste de la atención y la conciliación con los compromisos de la vida laboral.
La diabetes no es una enfermedad que se conquiste fácilmente sin ayuda y los estudios demuestran que las personas con diabetes que tienen apoyo familiar y social tienen más probabilidades de tener éxito. Es importante que la persona que vive con diabetes comprenda que la familia también se ve afectada. Los familiares pueden estar preocupados o no entender la enfermedad. Pueden reaccionar exageradamente o subestimar su gravedad en el momento del diagnóstico. Es importante comunicarse con los miembros de la familia y ayudarles a comprender mejor las necesidades y los requisitos.
Hablar con la familia sobre la diabetes
Es importante educar a los miembros de la familia sobre la diabetes. Explique cómo su comprensión y conocimiento pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, pídales que asistan a una cita con el médico para que puedan aprender sobre control diabético a su lado. Deben conocer los síntomas de la hipoglucemia y otros factores críticos para la autogestión. Al aprender más sobre la diabetes, los miembros de la familia también pueden experimentar mejoras en sus propias conductas de salud.
Es importante educar a los miembros de la familia sobre la diabetes. Explique cómo su comprensión y conocimiento pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, pídales que asistan a una cita con el médico para que puedan aprender sobre control diabético a su lado. Deben conocer los síntomas de la hipoglucemia y otros factores críticos para la autogestión. Al aprender más sobre la diabetes, los miembros de la familia también pueden experimentar mejoras en sus propias conductas de salud.
Dígale a su familia que pueden apoyarle haciendo ejercicio con usted. El ejercicio regular hace más fácil el control de la glucemia y puede incluso disminuir la dependencia de los medicamentos para la diabetes. El ejercicio regular es saludable para todos: sugiera que los miembros de su familia salgan a caminar con usted después de las comidas o vayan con usted al gimnasio.
Pídales paciencia. La diabetes es un trabajo duro. Si bien los miembros de su familia necesitan animarle, también deben ser sensibles a sus sentimientos y respetar el tiempo y el espacio que necesite para gestionar la enfermedad, mental y físicamente. Hábleles sobre sus sentimientos y dígales cuándo puede necesitar más tiempo para controlar la diabetes o si no se siente bien. Si no saben lo que está sucediendo, va a ser más difícil para ellos ayudarle y apoyarle.
Trabajar y lograr resultados positivos juntos puede ser una recompensa saludable para toda la familia.
Encontrará más información y materiales para la campaña del Día Mundial de la Diabetes 2018-19 en www.worlddiabetesday.org.